Este lunes, los precios de las naftas y el gasoil aumentaron en todo el país tras la decisión del Gobierno de atenuar la suba en el impuesto a los combustibles para evitar una mayor presión inflacionaria. La medida se oficializó mediante el Decreto 554/2024, publicado en el Boletín Oficial el 1 de julio.
La actualización de los precios en los surtidores responde a un incremento parcial del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), junto a una devaluación mensual del 2% del dólar y el último ajuste en el precio de los biocombustibles autorizado por la Secretaría de Energía. Debido a estos aumentos, los precios de las naftas y el gasoil varían entre un 3% y un 4% en CABA, mientras que en el interior del país, las subas alcanzan el 10%. En promedio, el incremento es del 7%.
Esta medida no es la primera postergación dispuesta por el Ejecutivo. Con el mismo argumento, se había suspendido el ajuste de mayo, que se aplicó parcialmente en junio. El cronograma de actualización de impuestos, fijado a principios de año, registra subas en febrero, marzo, abril y junio para ponerse al día con los aumentos postergados desde el primer trimestre de 2021.
Al respecto, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, informó que la actualización del 7% se incrementó al 26%, lo que equivale a $140 por litro en naftas, con un impacto de US$3.000 millones por año. Desde enero hasta junio, los precios de los combustibles acumulan un alza promedio del 63,65%.
En medio de estas actualizaciones, la consultora Politikon Chaco reveló que «durante el mes de mayo de 2024 se ratifica el escenario de baja en las ventas de combustible al público en todo el país», indicando que «se comercializaron unos 1.406.758 metros cúbicos de combustible al público, entre naftas y gasoil». Comparado con mayo de 2023, las ventas de combustible mostraron un retroceso del 8%, siendo el sexto mes consecutivo con descensos. Sin embargo, respecto al mes previo (abril 2024), las ventas mostraron un repunte del 8,5%.
